La noche apresurada en su silencio, se escondió en tus ojos, parpadeantes luceros de fuego contemplando a solas mi cuerpo tibio, que titila como estrella entre tu vientre, con ese beso de luna blanca en complicidad latente…
Elocuente tu mirar…mis labios fijos con mi boca abierta y un suspiro que asoma como gacela en los montes adheridos de tus muslos, donde yo bajo a beber los sentimientos más intensos y nutres con tus jugos mis deseos, en la danza inusitada de mis labios…como tímidos arrullos por tu piel!
Eileen
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