Tu distancia se acorta y las horas pasan…en este sentir pausado de mi noche ilusa, donde he dejado la puerta abierta tras tu partida, esperando que vuelva algún recuerdo…
Se siente ese aroma a mirlo y a un candelabro encendido en el olvido, quemando incienso y eucalipto, ofrendando un sueño que cuelga de mis párpados mojados por el llanto y ceñido a los lomos apretados del camino recorrido…
Los años pasan y me repito, en esta demencial tortura de tu espera sin retorno y en las manos, las cartas añejadas por el tiempo y guardadas bajo el polvo del tapanco, que susurra cuando sopla el viento.
Tu distancia se estrecha…y mi piel se curte como un lienzo… ay pintor de mis silencios y lamentos, que ya no te tengo!
Eileen