Tus noches, eternas y benditas, como cálidos matices de añoranzas, en estas sendas de perlas y azucenas, en los campos fértiles del alma, donde llega a florecer la vida, en tus labios abiertos y sublimes de noches nacaradas y lunes eclipsadas por tus ojos, de negra incertidumbre y dulce anatomía que cae entre mis manos, tu piel de terciopelo fino de muslos y portales de pilares ajustados que sostienen mis deseos y funden mis sentidos, con todos los gemidos que se escapan de tus labios apretados con los míos, esas horas de estrellas siempre blancas y sábanas mojadas, amor donde mi almohada reposa en esa cama de cantos y suspiros, amor donde eres mío, desnudo entre mi piel!
Eileen
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